Escribo todo el tiempo, mientras lavo platos, mientras veo a Bruno, mientras río y lloro o me enojo. Escribo cuando hago el amor y cuando tengo un orgasmo. Escribo a toda hora, mi vida es escribir. Escribo mentalmente y tengo urgencia por plasmarlo, mis dedos se alborotan por dejar mi huella aquí o en cualquier lado donde escriba, es como si quisiera dejar mi pedacito de amor, de pasión y lujuria plasmada en esta tierra que seguirá funcionando aún sin tí, aún sin mí.
Escribo cuando bailo y me emociono hasta con el movimiento de una mosca atrapada en mi ventana la cual desea ser ayudada para no morir. Escribo cuando amo y cuando me cuestiono tantas cosas, escribo cuando viajo, cuando sueño y como cereales hasta que se termine la leche, cuando estoy sola y acompañada. Yo escribo todo el tiempo, incluso escribo cuando te hago el amor, cuando veo tus senos y me pregunto ¿porqué me gustan tanto?. Escribo cuando duermo, pues mientras lo hago tengo sueños de otras vidas y de otros futuros, tengo sueños reveladores y tengo sueños que entretienen. Escribo a toda hora. Mientras todos duermen yo escribo y cuando todos viven yo escribo. Cuando yo vivo sigo escribiendo y cuando todos mueren yo escribo. Quiero escribir en tu cuerpo y hacer poesía en tus ojos, quiero montarme en tu alma en tus buenos sentimientos y quiero morderte la boca, quiero morderte el cerebro. Quiero que escribas conmigo y que juntas podamos brillar.